FRANK MILLER, LA LEYENDA DEL CÓMIC

FRANK MILLER, LA LEYENDA DEL CÓMIC

Nacido el 27 de enero de 1957 en Maryland, Frank Miller es una de las leyendas indiscutibles del cómic americano. Un artista con una personalidad propia única que ha trascendido numerosas veces el papel. Con la ayuda de Norma Comics, nuestra tienda de comics de referencia, vamos a descubrir la figura de Frana Miller, el narrador que redefinió el mundo del cómic.

Frank Miller, una vida dedicada al cómic

Frank Miller fue el quinto de una familia de siete hermanos. Hijo de una enfermera y un carpintero católicos irlandeses, se crió en Montpelier, Vermont. Cuenta la leyenda, que él mismo se encarga de difundir, que alrededor de los seis años (la edad varía cada vez que Miller la cuenta) ya juntó un puñado de folios con dibujos y diálogos y enseñándoselos a su madre le dijo “Esto es lo que voy a hacer el resto de mi vida”. Desde luego, tal como explica Miller, los cómics fueron su primer amor.

Creció leyendo las historias de superhéroes de Stan Lee y Jack Kirby. Pero también a autores underground como Robert Crumb y a viejos maestros como Will Eisner, de quien asegura aprendió que los personajes de cómic podían ser humanos. Y con 19 años, sin contactos y sin un céntimo en el bolsillo, se muda a Nueva York a cumplir su sueño de trabajar para Marvel y DC.

Pasando hambre y mandando material constantemente a los editores, no dejaba de cosechar críticas negativas. “Las críticas más duras que he recibido en mi vida fueron las de Neal Adams y las de Will Eisner. El primero me dijo que no sabía dibujar. El segundo, que no sabía contar historias. Gracias a ellos mejoré en ambos campos”, explicaba Miller.

Pero Frank Miller siguió perseverando hasta que el mismo Neal Adams aceptó publicarle una historia en la revista “Twilight Zone” de Gold Key Comics. Su primer trabajo –una historia sobre un sheikh árabe glotón– apareció con fecha de portada de junio de 1978. Poco después publicó su segundo trabajo formal, una historia de fantasmas titulada “Deliver Me From D-Day” en “Weird War Tales”, el cómic de guerra de DC Comics.

De allí paso a Marvel para dibujar algunas páginas en “John Carter: Warlord of Mars” y “Spectacular Spider-Man”.

frank miller daredevil elektra

Comienza el ascenso de Miller

En aquella época, el cómic de Daredevil se encontraba moribundo, al borde de ser cancelado. Sus pocas ventas obligaban a Marvel a publicarlo bimensualmente. Y, cuando el dibujante oficial del título, Gene Colan, pidió que lo quitaran de ese cómic de bajas ventas, decidieron dárselo al novato Miller. Total, ya iban a cancelarlo.

Miller firma la primera página del número 158 del comic de Daredevil como “Lanky” (larguirucho) Frank Miller, el inevitable apodo que Stan Lee ponía a todos los novatos. Pero durante los siguientes cuatro años pasó de ser un tímido dibujante que copiaba el trazo de Neil Adamas a tener un nombre y estilo propio. Y no sólo como artista, una vez que se encargó de los guiones de Daredevil no hizo más que subir en popularidad y reconocimiento dentro de Marvel.

Miller no sólo salvó el comic de Daredevil, si no que lo puso de nuevo en el mapa. Creándole un universo del que pudiera sostenerse con grandes personajes de soporte. Su éxito se basó en tres elementos: el gran realismo de sus escenarios gracias a su gran conocimiento de la ciudad de Nueva York, su maestría con el drama, y la confianza que fue ganando para que los editores le dejaran hacer su trabajo.

Miller había llegado a un punto como artista en el que podía escoger historias y personajes. Durante un viaje con Chris Claremont en 1982, tomó a uno de los personajes secundarios de “Uncanny X-Men” y le inventó un nuevo trasfondo histórico que lo obligó a reinventarse y resurgir como el mutante más popular de la compañía: se trataba de Lobezno. Ya no sería un canadiense enano y patán, sino un solitario cazador rechazado, un samurái sin maestro.

frank miller ronin

El nacimiento de la novela gráfica

A principios de los 80’, un Will Eisner casi retirado aparece de improviso publicando “Contrato con Dios”, la primera novela gráfica oficial de la historia. El mundo del cómic se tambaleó, había nacido el cómic de autor, y Frank Miller quería formar parte. Había ganado suficiente reconocimiento en la industria para hacer su propia serie y DC Comics le ofreció la oportunidad de hacerla sin restricciones. Así nació “Ronin”, como una respuesta a “Contrato con Dios”.

“Ronin” fue el gran proyecto de DC para 1983, por el cual Miller lo recibió todo. Autoría completa y sin restricciones para contar una historia de 288 páginas. Por la que le pagarían el contrato más grande jamás firmado en la industria del cómic estadounidense hasta ese momento. No era para menos, Ronin era un cómic como ningún otro de su tiempo. Originalmente se iba a publicar en Marvel. Pero la editora en jefe de DC, Jenette Kahn, le prometió que el cómic sería publicado en el papel que Miller quisiera y sin cambiar los colores.

frank miller comic batman

Frank Miller lo vuelve a hacer: El Regreso del Señor de la noche

A mediados de los 80’ el comic de Batman tenía unas ventas que estaban por los suelos. El personaje no se había revitalizado desde los 60’ y a DC no le importaba mucho lo que hicieran con él. Así nació la obra más conocida de Frank Miller: “The Dark Knigth Returns”.

“Me estaba aproximando a los 30, entonces estaba a punto de pasar de edad a Batman lo cual me aterrorizó. Atrás de eso DC Comics me pidió hacer una nueva interpretación. Me dieron mucha libertad de lo que debía hacer así que tomé todos estos hermosos juguetes y los reinterpreté porque el personaje había sido el mismo desde los 60. Descubrí que todos los personajes y villanos funcionaban, pero necesitaban algo más que cirugía cosmética. Tenía que hacer temible al Joker de nuevo, se había convertido en un chistoso con un traje de payaso y debía convertirlo en un asesino serial, alguien que se ríe con la muerte en vez de un personaje que se ríe de estupideces”, explicaba Miller. Pero quería hacer mucho más que contar una historia del Batman viejo y gordo, quería hacer que el personaje durara por siempre. Conservó las bases del personaje y, al igual que con Daredevil, le dio razones para existir en un mundo muy parecido al real, haciendo de Batman un vigilante que aplicaba la verdadera ley, por encima del poder de cualquier dios como Superman.

Frank Miller ya había forjado su leyenda